Cada pieza nace en Italia, en Milán en relación con estrictas leyes de producción, con arreglo a ISO 9001 e ISO 13000. Para sus agujas Biotek utiliza sólo acero AISI 306, el acero inoxidable con su menor contenido de NÍQUEL que está en el mercado. Antes de su comercialización, se examina cada aguja al microscopio y sólo las piezas perfectas llegan a ser vuestras agujas preferidas. 

El especial tratamiento de lustrado o lapeado de las puntas que se lleva a cabo en las agujas Biotek es el elemento fundamental para la penetración de la aguja en la piel de una manera fluida y constante. Una línea o un rellenado ideal constituyen una serie de micro-agujeros. Para conseguirlos, la aguja tiene que entrar y salir de la piel de una manera homogénea y fluida. Sin este particular tratamiento de acabado de las agujas Biotek se corre el riesgo de hacer, junto a los micro-agujeros, unas rasgaduras donde el color no quedará y habrá que repetir el trabajo. 

Uno de los puntos de fuerza de las agujas Biotek es que a través de un diseño sofisticado y riguroso hacen que la piel no vibre durante el trabajo. Esta particular característica mejora la definición de las líneas y suaviza mucho el dolor percibido por la cliente.